jueves, 30 de agosto de 2012

COSAS QUE PASARON AYER (XXXVI)

Esto ya suena un poco a obsesión, amigo Melchor Lasiesta. Pero, en fin, gracias por seguir escribiéndonos. Ya sabéis que vosotros también podéis contarnos las cosas que os han sucedido ayer (anonimosindocumentados@gmail.com) y leer todos los relantos pinchando en www.cosasquepasaronayer.blogspot.com.



Ayer fui a visitar a mi amigo Santi y no me hizo falta ni siquiera llegar a su casa para encontrar un argumento para un nueva historia. Me topé, ya llegando a su portal, con su hijo Paquito en plena discusión con un individuo de considerables dimensiones. Por lo menos tenía cuatro: alto, largo, ancho y una cuarta que no le cabía y le sobresalía por la barriga. Había un cómic de Mortadelo y Filemón en el que, para abrir una entrada secreta, uno de estos dos personajes -no recuerdo cuál, pero da lo mismo- gritaba: “¡Los tipos que fuman puro tienen cara de canguro!”. Sobra decir que, en el momento de gritar esa contraseña, aparecía casualmente un tipo enorme fumando un puro y le soltaba un soplamocos a mano abierta que le dejaba mirando a Bielorrusia. Pues el hombre que discutía con Paquito era este. Lo de “discutir” es en realidad un eufemismo, pues el tipo con cara de canguro parecía no tener más argumento precisamente que el de la mano abierta.

Paquito, nada más verme, se refugió detrás de mí y así, sin comerlo ni beberlo, me vi metido en mitad del berenjenal.

YO: A ver qué es lo que pasa aquí.
CARACANGURO: Ah, ¡así que este listillo es tu hijo!

Mentalmente valoré la idea de explicarle que no, que no era hijo mío, que era el hijo engendrado por mi amigo Santi bajo una mesa de la oficina del DNI en un irresistible ataque de pasión dactilar; pero llegué a la rápida conclusión de que no iba a servir para aligerar el problema.

YO: Pues sí, ¿algún inconveniente?
CARACANGURO: El inconveniente es que tu hijo se está riendo de mí, y yo soy muy poco amigo de las bromas. ¿Acaso no te has fijado en mi cara?

Todo esto me lo dijo al tiempo que me daba toquecitos con un dedo en el hombro. No eran muy fuertes, la verdad sea dicha, pero tampoco mi hombro está hecho de acero y teflón; así que cada golpecito me llegó hasta mi más profundo hipotálamo. Pero no era cuestión de soltar un gemido antes incluso de empezar el envite: menuda imagen se iba a llevar Paquito de su nuevo padre de usar y tirar. Me mantuve en pie con aplomo y confié en la palabra propia, y en la de Paquito cuando hiciera falta, para hacer frente a aquel hombre de dedos turbadores.

YO: No, no me he fijado en tu cara porque, desde este ángulo, me la tapa tu barriga.

Eso le habría dicho si hubiera querido ir directamente a una UVI móvil, pero no se lo dije en un claro homenaje a la inteligencia. Sólo lo pensé. La segunda opción se intuía como más provechosa y menos lesiva.

YO: Sí, bueno… A ver, Paquito, ¿por qué te estás riendo de este señor?
PAQUITO: No me estoy riendo de él. Al contrario: se le ha caído una cosa al suelo y yo, amablemente, le he avisado para que la recoja y no se le vaya a perder.
CARACANGURO: ¡Y sigue con la mofa el niñato! ¡Que no se me ha caído! ¡Que he sido yo el que ha tirado la colilla al suelo!

Ahora ya entendía la situación: el hombre arrojó al suelo la cosa humeante con total naturalidad; y Paquito, ignorante aún del incivismo reinante en nuestra sociedad y de la cerdería sin más, le avisó de su “descuido”. Por cierto, el hecho de que fuera una colilla el detonante de la discusión no hacía sino verificar que ese tipo tenía cara de canguro. Tomé parte.

YO: Pues mi hijo tiene toda la razón. No es lugar el suelo para una colilla. Si se te ha caído por error, harías bien en recogerla y en guardarla con cariño para que no se te vuelva a caer. Y si la has dejado caer a propósito porque no te sirve, también harías bien en recogerla del suelo, pues para eso están las papeleras.
CARACANGURO: ¡Y para qué están los barrenderos! ¡Para recogerla del suelo! ¡Jajaja! ¡Le estoy dando trabajo a los barrenderos! ¡Jajaja!

Cogió la colilla del suelo, no sin cierta dificultad relacionada con los michelines, y la volvió a lanzar al mismo suelo con total desprecio en un gesto claramente provocativo. La visión de sus calzoncillos al agacharse ya fue lo bastante provocativa: no habría hecho falta que volviera a tirar la colilla. Pero esto tampoco se lo llegué a decir por idénticos motivos a los señalados unos párrafos arriba.

YO: Ese argumento de los barranderos es un sinsentido mayúsculo, perdona que te diga. Su existencia no justifica las cochinadas evitables, de la misma forma que la existencia de cárceles no justifica los asesinatos.
CARACANGURO: ¿Estás comparando con un asesinato la colilla que acabo de tirar al suelo? ¡Jajaja!

Cada “jajaja” se me clavaba en la dermis como cada dedito en el hipotálamo.

YO: En efecto, lo estoy comparando. Comparar es fijar la atención en dos o más objetos para descubrir sus relaciones o estimar sus diferencias o semejanzas; consecuentemente, en tanto que estoy estableciendo semejanzas entre la existencia de los barrenderos y las cárceles, sí estoy comparando tu colilla con un asesinato.

No sorprenda a nadie que yo utilizara en mi análisis la definición de “comparar” al pie de la letra. Se la escuché a Paquito, diccionario en mano, un día saliendo del Careful.

CARACANGURO: Creo que se te está yendo la olla. Eres un tío raro; se nota que has salido a tu hijo. Todo el mundo tira las colillas al suelo, las cáscaras de pipa, los escupitajos…

El argumentario del caracanguro era tan poco flexible como su cintura. Yo ya estaba a punto de darme por vencido cuando Paquito, seguramente motivado por haber escuchado esas palabras del diccionario tan bien dichas por mi parte, emergió de mis espaldas y abrió el elixir de sus esencias.

PAQUITO: Ya. Pero que todo el mundo haga una cosa no significa que esa cosa esté bien hecha. En tiempo de la Santa Inquisición, era habitual quemar a la gente en la hoguera sin más pruebas que el odio gratuito. Y se ha demostrado que quemar a la gente en la hoguera no está nada bien, en líneas generales. Los jamones se suelen engordar artificialmente para aumentar su peso y tamaño, y no por ello las empresas del gremio actúan correctamente. Los créditos hipotecarios y sus condiciones abusivas están a la orden del día, pero no creo que estés de acuerdo en que esas prácticas estén bien, ¿verdad?
CARACANGURO: …
PAQUITO: Es más. Según Immanuel Kant, la gente debería obrar de forma que su conducta pudiera instaurarse como norma de comportamiento universal.

No sé a qué colegio irá el niño, ni sé qué fibras sensibles o intelectuales llegó a tocar su discurso en el corpachón del caracanguro, pues todas sus fibras parecían grasas; pero el caso es que este pareció comprender y relajó su expresión amenazadora.

CARACANGURO: Ajá, lo tendré en cuenta a partir de ahora.

Y se tiró por el puente romano.

domingo, 26 de agosto de 2012

AL POSO DEL OTOÑO TOLEDO SOPLA (XXXVI)

La incorregible obra de Luciano Nimato se asoma de nuevo a este blog para que la vean nuestras pupilas, y nuestros pupilos también. Podéis enviarnos vuestros hallazgos a anonimosindocumentados@gmail.com. Para ver todos los palíndromos recopilados: www.palindromosanonimosindocumentados.blogspot.com.



A la tía snob ese bonsái tala. (23)
A seno y a mama, lía la dama Dalái Lama mayonesa. (37)
¡Adán, no cocines rala soja y ajos al arsénico! ¡Con nada! (43)
Aire trae dolosa caca sólo de arteria. (31)
Allí cena Manuela rape rosa, Pedro -loco, raro color-. De paso, repárale una manecilla. (67)

Nazi: ni la sed desalinizan. (22)
“Oro” don iraní desea denominar iraní moneda, ese dinar inodoro… (51)
Sara; casi mala, salami sacarás. (25)
¿Siete melonares a cada casera no le metéis? (35)
Tú ríe… Bedel asesino ni se sale de Beirut. (33)

viernes, 24 de agosto de 2012

CARTELELES (X)


El título de esta fotografía que nos remite El Preboste de lo Inconcino es:

FOTOCOPIAS ANTE LA CRISIS




Con mucho gusto recibiremos vuestras imágenes en anonimosindocumentados@gmail.com. Para ver todas ellas: www.carteleles.blogspot.com.

miércoles, 22 de agosto de 2012

COSAS QUE PASARON AYER (XXXV)

Típica conversación entre nuestra ínclita colaboradora Dulcinea O’Callaghan y su ya conocidísima amiga Flori. Recordad que podéis contarnos lo que has os sucedido ayer por medio de nuestro correo electrónico (anonimosindocumentados@gmail.com) y leer todas las historias en www.cosasquepasaronayer.blogspot.com.



-Citius Altius Fortius -dijo de repente mi amiga Flori al tiempo que lo escribía en una servilleta del bar mientras tomábamos un refrigerio ayer por la tarde-. ¿Sabes lo que significa, Dulcinea?
-¿Es el nuevo nombre del Bundesbank?
-¡Pues claro que no!
-Entonces ni idea.
-Quiere decir “más rápido, más alto, más fuerte”, y es el lema de las Olimpiadas. ¿No has seguido los Juegos Olímpicos?
-Para nada; ya sabes que a mí los deportes…
-Pero algo habrás tenido que ver: los echaban hasta en la sopa. Aún los están repitiendo. ¿No ves nada Peleleporte? ¿Ni Telequinqui? ¿Ni Laguno?
-¡Ay, qué pesada, Flori! A ver, ¿para qué has escrito eso en la servilleta?
-Porque, según mi criterio, muchos de los considerados “deportes” ni siquiera lo son.
-¿Por ejemplo?
-¿Es la hípica un deporte?
-Sí, para el caballo.
-Ahí quiero llegar, Dulcinea. El caballo salta para llegar más alto y no tirar el palitroque, y corre para llegar cuanto antes a la meta. Eso es el deporte. Pero el jinete simplemente conduce al caballo, y en actitud chulesca, ridícula y un tanto amariconada, incluso cuando son mujeres. Siempre desde mi punto de vista, por supuesto.
-Es curioso, sí.
-¿Y la esgrima? ¿Qué deporte es ese en el que tienes que pinchar a tu semejante? ¿Cuál es la naturaleza lúdica de un ensartamiento fibrilar?
-Bueno, pero las espadas son de mentira, ¿no?
-Faltaría más. Imagínate, si no, parando el combate cada dos por tres por riesgo de lesión…
-Qué apunte más acertado, Flori.
-Y es un deporte olímpico simplemente por tradición, porque esa era la forma de luchar hace no sé cuántos años. Por la misma razón, dentro de un siglo será deporte olímpico la invasión con gas mostaza.
-A saber. Pero, volviendo a lo de la hípica, para montar a caballo hay que estar en forma, ¿no?
-Sí, sobre todo tu libreta de ahorros. Por cada salto que da el caballo, tu libreta salta de igual modo una hoja… -Flori dio un sorbito a su bebida como suele hacer cuando reflexiona-. Ese argumento de “estar en forma” no me vale. También un cirujano llegará menos cansado al final de una operación si está en forma. Uno puede estar o no estar en forma al margen de la actividad que realice.
-En eso puede que tengas razón, Flori.
-Pues claro. También hay que estar en forma para conducir una moto, ¿y vas a decirme ahora que llevar una moto es deporte?
-¿Las carreras de motos no son deporte, Flori?
-¡Anda, pues claro que no! Un atleta se desplaza con sus músculos, mientras que una moto utiliza un carburante, un motor, una combustión, un émbolo… ¡Un émbolo, Dulcinea! ¡Dime qué tiene de romanticismo deportivo el movimiento de un émbolo!
-Pues…
-No has de confundir deporte con competición. Ambos conceptos pueden darse por separado, o pueden darse a la vez o puede no darse ninguno. Son independientes.
-Explícate.
-Las carreras de motos no son deporte, pero sí competición. De otro lado, la gente que sale a correr por el parque por la mañana hace deporte sin que haya competición de por medio. También pueden darse las dos circunstancias, que es lo que ocurre en la mayoría de los deportes que dan por la tele, en los que simultáneamente hay tanto competición como deporte en sí mismo. Y, por último, hay actividades que no son ni una cosa ni la otra.
-Y eso, ¿cómo es posible?
-Si yo ahora me bebo este zumo, gluglú, eso no es deporte ni competición, ¿estamos?
-No del todo, Flori. Para empezar, en las carreras de motos está presente el Citius, pues hay que ser más rápido que los rivales para llegar antes a la meta. Después, la gente que corre por el parque puede competir contra ella misma (corriendo cada vez mayores distancias, por ejemplo, o la misma distancia en menor tiempo) o incluso contra su colesterol. Y, por último, para beber tu zumo tienes que levantar el vaso, que ha de estar necesariamente lleno porque, si no, no beberías nada.
-¿Y?
-Y, al estar lleno, has de ejercer una fuerza muscular mayor cuanto más lleno esté el vaso o cuantas más repeticiones hagas. ¿Por qué no ha de ser considerada deporte esa fuerza muscular del brazo y sí la de levantar pesas? ¡Hay bebidas que pueden resultar realmente pesadas!
-Ya, claro, y respirar también es un deporte, ¿no?
-A lo mejor sí. ¿Se puede respirar más rápido, más alto, más fuerte?
-Sí, mi vecino por las noches, el joputa.
-Al final, quizá todo en esta vida pueda ser considerado deporte o competición, Flori.
-No, no puedo admitir esa idea.
-Quizá eso que has escrito en la servilleta, Citius Altius Fortius, es un lema vital más que olímpico.
-Pues yo creo que no, que ese lema no abarca todo, que le falta algo…

En estas entró cierto individuo en el bar seguido y jaleado por un grupo de acólitos, hermanos todos en su embriaguez. Vociferaron durante unos segundos en el umbral de la puerta y dieron varias vueltas sin más sentido que el de las agujas del reloj. Se fueron, dejándonos solamente el recuerdo de su presencia y su aliento (no el recuerdo de su aliento, sino su aliento).

-Ya lo tengo -Flori volvió a coger el bolígrafo y la servilleta después de un último sorbito al zumo-. Ahora ese lema sí lo abarca todo.

Citius Altius Fortius Ineptius.

domingo, 19 de agosto de 2012

AL POSO DEL OTOÑO TOLEDO SOPLA (XXXV)

La rebuscada obra de Luciano Nimato continúa su incensante periplo por los designios de este blog. Enviadnos vuestros descubrimientos a anonimosindocumentados@gmail.com. Todos los palíndromos recopilados hasta el día de hoy pueden visitarse en www.palindromosanonimosindocumentados.blogspot.com.



A la tía reparto otra pera ítala. (26)
A tal Pedro dará pausa su aparador de plata. (35)
Adán, no baja jabón: nada. (19)
Aire biónico, con amoroso nácar aparte para Petra, para canoso romano cocinó Iberia. (69)
Allá, con sotana, Tánatos no calla. (27)

Amor: a nado, nogales en ese lago no dan aroma. (35)
Rata colosal asoló Catar. (21)
Sara, nuca vellosa a Sol le vacunarás. (30)
Si paro, Lola ese puré propaga por Perú pese al olor a pis. (45)
Sol la fa la si mi mi do... Jodí mi misal a fallos. (35)

viernes, 17 de agosto de 2012

BALONCESTO EN ESTADO PURO (XXIII)




Foto-denuncia que nos hace llegar por medio de nuestro correo electrónico (anonimosindocumentados@gmail.com) la querida amiga Mª Jugada Tanque. Los campos magnéticos que han implantado en Las Fraguas, Arenas de Iguña (Cantabria) sobre el campo de fútbol-sala provocan que se desintegre toda canasta que quiera introducirse en el espacio aéreo de la pista. Esta bien promocionar el fútbol, pero esto ya es pasarse… Pinchad en www.baloncestodelosanonimosindocumentados.blogspot.com para ver todas las imágenes.

domingo, 12 de agosto de 2012

COSAS QUE PASARON AYER (XXXIV)

Pues nada; Melchor Lasiesta se empeña en hacernos creer las cosas que le pasan. Sigue intentándolo, Melchor. Vosotros también podéis usar nuestro correo electrónico (anonimosindocumentados@gmail.com) para relatarnos lo que os haya sucedido ayer. Todas las historias recibidas hasta el momento pueden leerse en www.cosasquepasaronayer.blogspot.com.



Ya sabéis que hace unas semanas visité al oftalmólogo y, anécdotas colaterales aparte, me cambió la graduación de las gafas. Llevo años escuchando que, a mi edad, se supone que la miopía ya debe estar estabilizada, pero se ve que la mía se rige según la famosa prima de riesgo. Así las cosas, ayer por la tarde fui a la óptica a escoger unas monturas acordes a mi punto de vista.

Óptica “Puente Romano” está junto al puente romano de la ciudad. Como nombre no está mal si lo que quieres es localizar fácilmente el negocio. Su logotipo son unas gafas sobre un tabique nasal, que mucha relación no le veo con el nombre de la óptica, salvo que la napia pertenezca a Nerón o a algún otro de los de su época, lo que tampoco tendría sentido, la verdad, teniendo en cuenta lo reticiente que era la gente de aquellos tiempos a usar gafas.

Sentado frente a un espejito estaba yo, en un continuo quitar y poner de monturas, asesorado por una dependienta quizá con muy buenas intenciones, pero muy mal criterio. Además, era un poco aguafiestas. Unos estampados sobre la monótona bata blanca no le habrían venido mal para aligerar su cara de mala uva. En eso estaba pensando mientras me quitaba la muestra trigésimo novena cuando entró en la óptica un ser extraño con unas gafas extrañas, demasiado pequeñas a mi juicio. Pronto se convirtió en el centro de atención.

SER EXTRAÑO: Bienaventurados todos seáis. Ah, la paz. Ah, la armonía. Ah, nuevamente la paz.

Su voz era dulce, nada estridente ni altisonante, más bien al contrario. Pero conseguía hacerse entender con meridiana claridad entre los murmullos de los allí presentes. Su rostro iluminaba la sala como el chorro de luz con que te examinan las pupilas.

SER EXTRAÑO: Qué maravilloso día. Flores y salvas, hermanos todos, flor de pascua y aroma de alhelí. Ah, la paz celestial. Ah, la paz terrenal.

Levitaba sobre la alfombra de la óptica. Sus brazos y manos se movían como arrastrados por una suave marea. La dependienta interrumpió aquel discurso conciliador.

DEPENDIENTA AGUAFIESTAS: ¿Deseaba usted, caballero?
SER EXTRAÑO: Deseo la paz para la señorita y para todos los aquí presentes. Un mundo de optimismo y vitalidad se abre a nuestros pies y…
DEPENDIENTA AGUAFIESTAS: Ha entrado usted en una óptica, no en el podólogo.
SER EXTRAÑO: Lo sé, lo sé, enigmática ninfa. Conozco este lugar. Loas para este lugar. Estuve en este lugar en otra vida, en otra vida…
DEPENDIENTA AGUAFIESTAS: ¿Que estuvo aquí en otra…? ¡Ahora caigo! ¡Puaf, estuvo usted aquí hace un par de horas y se compró esas gafas!
SER EXTRAÑO: Ah, un par de horas. Ah, en otra vida. Dancemos, dancemos al son de la felicidad…

La dependienta le sujetó con fuerza por los hombros para cortar el incipiente bailoteo.

DEPENDIENTA AGUAFIESTAS: ¡Pare un momento, por dios! ¡Me va a ahuyentar a la clientela!
YO: Nada más lejos. De hecho, yo estoy muy a gusto tomando nota mental de todo esto para después poder…
SER EXTRAÑO: Ah, los arcángeles me mecen…
DEPENDIENTA AGUAFIESTAS: Pero ¿qué es lo que quiere usted? ¿Quiere reajustar las gafas? Se le ven pequeñas, ¿es eso?
SER EXTRAÑO: Ah, cuánta belleza encerrada en tan poca esencia… Os quiero a todos. La vida es el clímax de la existencia humana…

Esa última frase no llegué a comprenderla muy bien, pero bueno. La dependienta aguafiestas le echó mano a la cara y le quitó las gafas al ser extraño, quien se tranquilizó al momento, como si le hubieran disparado una anestesia de rinoceronte. Sobre la piel de su rostro quedaron al descubierto unas evidentes marcas, fruto de la presión de aquellas gafas que le venían muy pequeñas sin ninguna duda.

DEPENDIENTA AGUAFIESTAS: Hala, menudas marcas. Estas gafas le están muy pequeñas.
YO: Eso ya lo había pensado yo desde el principio, dependienta aguafiestas.
DEPENDIENTA AGUAFIESTAS: Usted calle y siga probándose las suyas. A ver, ser extraño, ¿cómo es posible que le queden sus gafas tan pequeñas si se las acaba de comprar?

No hubo respuesta.

DEPENDIENTA AGUAFIESTAS: Bien, déjeme mirar su ficha, que todavía la tengo sobre la mesa… ¡Anda! ¡Si estas gafas no eran para usted! ¡Se llevó por error unas de niña que teníamos preparadas para una entrega de mañana! ¡Además, la graduación de los cristales no tiene nada que ver! ¡No sé cómo podía ir por la calle con la visión tan distorsionada!

Sacó de una funda unas gafas tamaño adulto y se las puso al ser extraño, aún inmóvil. Le quedaban estupendas.

DEPENDIENTA AGUAFIESTAS: Hale, problema resuelto. Ya verá cómo lo ve todo ahora tal cual.

El ser extraño bajó la cabeza, apagó la iluminación de su faz, salió compungido de la óptica y, sin pensarlo dos veces, se tiró por el puente romano.

miércoles, 8 de agosto de 2012

AL POSO DEL OTOÑO TOLEDO SOPLA (XXXIV)


La tortuosa obra de Luciano Nimato va abriéndose paso en estas páginas implacablemente. Podéis enviarnos vuestros propios hallazgos a anonimosindocumentados@gmail.com y ver todos los palíndromos recopilados en www.palindromosanonimosindocumentados.blogspot.com.



A Jero otro celoso nene venenoso le cortó oreja. (39)
A Soraya, terca, otro pedorro deportó a Creta, y a Rosa. (42)
Abusón, rutas a Saturno: suba. (23)
Al amasar, gima y ría fácil paisana Susana si aplica Fairy a mi grasa mala. (59)
Allí Paco, caco, para Lara poca coca pilla. (33)

¡Alucina! ¡Cráter osó retar canícula! (29)
-¿Nada asó Salomé? -Sólo sémola sosa, Adán. (31)
Ocre caca sebosa de tisana, Susana, si te da sobe, saca cerco. (47)
Sara lava a la nena; ¿la avalarás? (25)
Yo, herido, le soborno con robo: se lo diré hoy. (35)

lunes, 6 de agosto de 2012

COSAS QUE PASARON AYER (XXIII)

Historia totalmente verosímil la que nos envía nuestra amable colaborada Dulcinea O’Callaghan. A través de nuestro correo electrónico (anonimosindocumentados@gmail.com) vosotros también podéis contarnos las cosas que os han pasado ayer. Para leer todos los relatos: www.cosasquepasaronayer.blogspot.com.



Tres veces al año voy a visitar a mi madre al pueblo. Una es por Navidad; otra, por su cumpleaños, allá por marzo; y la tercera es por su santo, cosa que a mí no me hace mucha gracia -todo este tema de las religiones solo suelen traer cristos-, pero sé que a ella le llena de ilusión y por eso lo hago. El ritual de este día es siempre el mismo: voy la tarde anterior al pueblo, paso allí la noche y después nos levantamos mi madre y yo a las cuatro de la mañana para ir andando, en una especie de penitencia, hasta un par de pueblos más allá, que es donde se celebra la misa en honor a la Virgen a las seis de la mañana, como si la Virgen estuviera muy ocupada a otras horas.

Pues fue ayer que nos levantamos exactamente a las cuatro de la mañana. Desayunamos, nos vestimos para la ocasión y, en esas horas en las que la noche veraniega todavía prevalece sobre el amanecer, nos pusimos en marcha camino abajo. Como todos los años, la conversación que tuvimos en el trayecto fue más o menos la misma. Una conversación que más bien tiende al monólogo.

-Bueno, hija, ¿y sigues viviendo sola en la ciudad?
-Sí, mamá.
-Pero ya te vas haciendo mayorcita, ¿no?
-Un año cada año que pasa, mamá. Como todo el mundo.
-No me respondas así, hija. Te pareces a tu… Bueno, dejémoslo. ¿Y sigues trabajando en el mismo sitio?
-Allí sigo, sí.
-Cuida bien de tu trabajo, hija, que ahora están muy mal las cosas. La Doro, la de la plaza, tiene una prima que tiene una vecina cuyo sobrino conoce a un señor que se quedó en el paro porque…
-Ya me lo has contado, mamá.
-Ya, pero se quedó en el paro porque una vez, estando enfermo de silicona, después, cuando volvió a trabajar…
-Mamá, no seas pesada, que aún voy medio dormida.
-Ay, hija, pero tú tienes un trabajo muy majo, y una edad muy maja, y a lo mejor es un buen momento para que sientes la cabeza y conozcas a algún chico, y…
-Conozco a muchos chicos, mamá. Y a muchas chicas.
-Esa amiga rara que tienes, la Flori, no me gusta nada, hija. Cuando digo que te vendría bien conocer a algún chico, ya sabes a lo que me refiero, Dulcinea.
-Claro que lo sé. Me lo dices cada vez que me ves.

En este caso, ni siquiera apenas me veía, porque aprovechaba para soltarme todo ese rollo con nocturnidad. Precisamente, muchos en el pueblo nos decían que teníamos que ir con cuidado a esas horas por esos caminos, que teníamos que ir en coche o con más gente, que era muy peligrosa para dos mujeres esa caminata que hacíamos por muy noble que fuera el motivo. Por si acaso, yo siempre llevo en el bolso un spray antivioladores, pero nunca había llegado a necesitarlo… hasta ayer.

Salió de repente un hombre de entre unos matorrales y se nos abalanzó. De noche, todos los gatos son pardos y todos los violadores son negros, así que no podría describir con más precisión a esa figura oscura. A mi madre no le dio tiempo ni a gritar, pero a mí sí me dio suficiente como para meter la mano en el bolso y descargarle medio bote sobre la cara. Entre dioses, alaridos y juramentos, huyó el violador desorientado, a ciegas completamente entre la nube del spray y la noche. Nosotras nos llevamos un susto de órdago, pero ese violador iba a estar un par de semanas en el dique seco.

No contamos nada a nadie cuando llegamos a la iglesia del pueblo vecino. Ni siquiera en la media hora extra que tuvimos que esperar a que llegara el cura suplente.

viernes, 3 de agosto de 2012

CARTELELES (IX)


Esta nueva imagen que nos envía El Preboste de lo Inconcino lleva por título:

MIRILLA DEL SIGLO XVII




Podéis enviarnos vuestras fotografías de Carteleles a anonimosindocumentados@gmail.com. En www.carteleles.blogspot.com encontraréis la cada vez más consolidada colección.