Episodio de Dulcinea O’Callaghan en la oficina.
Recibiremos con mucho gusto en anonimosindocumentados@gmail.com
las historias que os hayan sucedido ayer. Para leer todos
los relatos: www.cosasquepasaronayer.blogspot.com.
A sabiendas de que la conversación no iba a llegar a
ningún lado, ayer en el trabajo me dejé llevar por mi verborrea analítica
frente a mis poco avispadas compañeras. Todo empezó cuando una de ellas, creo
que la rubia de bote, comentó que ya había salido el listado oficial de días festivos
para el próximo año y que ahora solo faltaba que el jefe distribuyera las
quincenas en el calendario para poder empezar a planificar las vacaciones. A mí
me sorprendió notablemente que alguien como ella pudiera pensar en planificar
nada, pero sus palabras sirvieron como punto de partida del debate.
-Qué fácil sería
si todos los meses tuvieran 28 días, como febrero -maticé-, y además siempre empezaran en
lunes.
-¿Y eso por qué?
-Pues porque no
habría que pensar nada: estaría ya todo mascado. Siempre cuatro semamas exactas
por mes; siempre el día 1, lunes.
-No le veo la
ventaja, la verdad.
-Para empezar,
¿podrías decirme en qué cae el 7 de agosto del año que viene?
-Y yo qué sé. A
ver, mi cumpleaños este año cayó en jueves, así que el año que viene caerá en… ¿Hay
que sumar un día o hay que restarlo?
-¿Lo ves? Tienes
que hacer cálculos engorrosos o, en su defecto, mirarlo en un calendario. Sin
embargo, según mi idea, sabría inmediatamente que el 7 de agosto es domingo.
-¿Por qué?
-Porque el día 1
siempre es lunes.
-¿Y por qué?
Aquí fue cuando mi otra compañera, la tonta del bote,
creo, acertó sin querer en reorientar la conversación, pues por esta vertiente
habíamos llegado a punto muerto.
-“30 días trae
noviembre/ como abril, junio y septiembre”.
-¿Y eso a qué
viene? -respondí arqueando una ceja.
-Es un refrán muy
bonito, y muy verdadero. Los meses no pueden tener todos 28 días porque no
sería verdad.
-Ah, no pasa
nada. Escucha este otro refrán: “28 días tienen/ todos los meses que vienen”.
-Nunca había oído
ese refrán.
-Es que es chino
mandarín.
-¡Ah, sí, es
verdad! Que en China tienen otros meses: el del Gato, el del Ratón…
La otra compañera volvió a recuperar la iniciativa y dijo
algo que apuntaba hacia lo inteligente: se ve que había estado pensando en ello
todo el tiempo que estuvo callada.
-Ya, pero si
todos los meses tuvieran 28 días, ¿cuántos días tendría un año?
-¡Ay, ay, déjame
calcularlo a mí! -saltó la otra, quien empezó a
teclear sin parar durante cerca de un minuto, probablemente por desconocer la
útil herramienta de la multiplicación-. ¡336 días! ¡Un
año tendría solo 336 días!
-Bueno -reflexioné con aparente solvencia-, eso se arreglaría fácilmente añadiendo un decimotercer
mes. De ese modo, 336+28=364. Es decir, un año tendría 364 días distribuidos en
13 perfectos meses de 28 días cada uno. Bastaría con añadir una semana más en
ese último mes cada equis años para ir ajustando los calendarios como se hace
ahora con los años bisiestos.
Se colapsaron. Yo estuve un rato rascándome la barriga.
Llegó el jefe y nos vio de esa guisa.
-Algo tramáis, os
conozco -dijo según se dirigía a su despacho-. A ver, ¿tenéis algo que decirme?
Por costumbre, suele tocarme a mí hacer de portavoz de mi
grupo parlamentario, sobre todo ante temas abiertamente polémicos. No era este
caso, pues nuestra charla había discurrido por la senda de lo intrascendente y
lo memo. Así que se me adelantó en la respuesta una de mis compañeras, da igual
cuál de ellas.
-Estábamos
hablando sobre por qué se les llama quincenas si tienen 14 días.
No sé si dijo esas palabras porque fueron las que primero
se le ocurrieron para salir del paso, lo que me habría resultado brillante, o
porque fue la simple conclusión que había sacado de mi esforzada exposición
teórica. En todo caso, el jefe se encogió de hombros y se encerró en su
despacho sin ademán ninguno de mirarnos siquiera de refilón. Y nosotras tres,
como si nada, volvimos a nuestras tareas: actualizar unas bases de datos,
grapar unos folios y desgraparlos. Respectivamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario