jueves, 31 de mayo de 2012

BALONCESTO EN ESTADO PURO (XX)





Tercera entrega de la serie “Canasta en cualquier sitio y coche debajo”. En esta ocasión, la canasta abandona la pared y se instala en una estructura móvil, lo que permite que, si el coche no acude bajo la canasta, la canasta pueda colocarse sobre el coche. Este avance técnico nos lo envía desde Mercadal, Cartes (Cantabria) una vez más nuestra colaboradora Mª Jugada Tanque a través del correo electrónico (anonimosindocumentados@gmail.com), donde esperamos recibir todas vuestras imágenes. Para ver todas las fotos: http://www.baloncestodelosanonimosindocumentados.blogspot.com/.

lunes, 28 de mayo de 2012

AL POSO DEL OTOÑO TOLEDO SOPLA (XXVI)

La pizpireta obra de Luciano Nimato sigue surgiendo con fuerza de por ahí abajo. Podéis enviarnos vuestros propios descubrimientos a anonimosindocumentados@gmail.com y ver todos los palíndromos recopilados hasta el momento en http://www.palindromosanonimosindocumentados.blogspot.com/.



Adán, ¿acaso ni tal orfanato tan afrolatino saca nada? (43)
Aire de coles o de pedo se lo cedería. (29)
Allí cromático gafoso fagocita morcilla. (35)
Allí va Ramona. Usará pene para su ano: maravilla… (39)
Ana, si te bebe té, te bebe tisana. (25)

¿Aparta sádico negro pelaje? Déjale, por genocida sátrapa. (47)
Arriba la madama da mala birra. (25)
Diva, amor: alegre vergel aroma a vid. (29)
¿Esa puso su bonobús o su pase? (23)
Nada: no dore tal plata ítala a la tía tal platero, don Adán. (46)

Nazi: ni la sal la salinizan. (22)
No dona tasas a Satán Odón. (21)
Sara, rape rasurado mal -a la moda rusa- repararás. (39)
Sara, Roma morarás. (15)
Se corta, se lamina lima rara para parar a mil animales atroces. (51)

sábado, 26 de mayo de 2012

COSAS QUE PASARON AYER (XXV)

Dulcinea O’Callaghan nos comenta otro de los particulares envites con la realidad que le ha tocado vivir. Como bien sabéis, podéis enviarnos a anonimosindocumentados@gmail.com los relatos de las cosas que os pasaron ayer, y visitar http://www.cosasquepasaronayer.blogspot.com/ para leer todas las historias.



-¿Ya te está doliendo otra vez la cabeza? -le pregunté a mi amiga Flori al percatarme de su gesto cansado. Anoche estuvimos tomando un café en la taberna de siempre y se nos hizo tarde. Ya solo quedábamos nosotras dos y el camarero del local. -¿Quieres que nos vayamos?
-No, tranquila… Las jaquecas nunca controlarán mi horario ni lo que puedo o no puedo hacer. Están ahí, vienen, se van… Estoy muy bien, gracias.
-Y yo aquí, aburriéndote con mis paranoias…
-No son paranoias, Dulcinea. Son cosas normales, normales del todo. Así lo pensé cuando leí esa última historia tuya del blog, y así lo pienso ahora que me la has contado de viva voz.
-Que no, que no son normales. ¡Su deseo se cumplió! ¡Estaba dentro del roscón! Y, lo que es peor, ¡mi deseo también se cumplió!
-Casualidades, Dulcinea, casualidades…
-¡Imposible! Casualidad es que tú pienses un número del uno al diez y yo lo acierte. Pero que un tsunami se lleve río abajo al vagabundo justo después de que yo lo desee no es casualidad. Eso es otra cosa.
-Mira cómo lo veo yo: mientras tú ibas a comprar el roscón, uno de los vehículos que limpian la ciudad a chorro limpio se descontroló por el paseo del parque, derechito hacia el vagabundo. Este se apartó justo antes de que se empotrara contra la barandilla. El depósito de agua del cochecito se rompió y dejó un gran charco. La barandilla cayó al río. El operario del cochecito huyó de allí preso de la precariedad laboral, y el vagabundo también huyó para que tampoco le echaran la culpa a él. Y después llegaste tú.
-¡Puaf! ¡Menuda historieta te acabas de marcar, Flori!
-¡Tócate las narices! ¡Historieta la tuya! Mi versión es mucho más verosímil, ¿no? Además, si un tsunami hubiera recorrido el río, ¿no habría salido en las noticias?
-Ahí tienes razón, pero ¿por qué lanzó la moneda al aire el pobre hombre? ¿Por qué me salieron ese billete y esa nota en el roscón? ¿Por qué decía la nota justo lo que decía? ¡Eso es inexplicable!
-El Roscón de Reyes siempre trae sorpresas, Dulcinea.
-¡No un billete de 50 euros!
-La panadería estará promocionándose…
-¡Bobadas! ¿Y la nota?
-Las galletas chinas de la suerte también traen notas.
-¡Pero no describen exactamente lo que acaba de pasar ni mucho menos lo que está a punto de pasar!
-Esas notas juegan con la ambigüedad, Dulcinea, igual que los horóscopos.
-“Espero que mi deseo se haya cumplido, y ojalá que, si tú has formulado uno mientras yo lanzaba la moneda, también lo haya hecho”. ¿Qué ambigüedad hay ahí, Flori? “Mientras yo lanzaba la moneda”. ¡El vagabundo lanzó la moneda formulando el deseo de recompensar mi buena acción con 50 euros! ¿Y mi deseo de que le engullera un tsumani fluvial? ¡Increíblemente se cumplió! ¡Qué ambigüedad hay ahí!
-Ya te he dicho que lo del tsunami no está demostrado. Hay otras explicaciones, como la que te acabo de comentar, que son mucho más coherentes. Tú asociaste la barandilla rota y el charco a tu idea preconcebida del tsunami.
-¡Arg! Pero ¿eso no es demasiada casualidad?
-Sí desde tu punto de vista, pero no desde un punto de vista macrocósmico.
-¿Macroqué? Explícate, Flori.
-Tomemos tu ejemplo de antes. Si yo pienso un número del uno al un millón y tú lo aciertas es casualidad.
-Es mucha casualidad.
-Pero, si no lo aciertas, dirás que es lo normal y enseguida te olvidarás de ello.
-Digo yo.
-Si a esta prueba juega toda la humanidad a la vez, habrá varios miles de personas que acertarán, y habrá miles de millones que no acertarán.
-¿A dónde quieres ir a parar, Flori?
-Para una persona que acierte, tomada individualmente, sin que esta sepa que el resto de la humanidad está jugando, su clarividencia será una señal de algo: de Dios, del Destino… Es lo que te pasa a ti con el tsunami y la nota del roscón. Habrá miles de personas en el mundo que hayan leído ayer una nota misteriosa, pero la mayoría de ellas no le habrán inferido un significado concreto, y por eso no le han dado importancia y NO LO HAN CONTADO EN UN BLOG. En cambio, la casualidad macrocósmica ha hecho que tú sí le hayas encontrado un sentido a lo que te ha ocurrido, pero eso tampoco significa nada más allá de la pura estadística.
-Me asustas, Flori.
-¿Qué es lo que te asusta?
-Tu capacidad de verlo todo tan frío, tan objetivo… Para mí, mi explicación es mucho más sencilla… ¡y más bonita!
-Los números también son bonitos y muy útiles.
-Lo serán en tu macrocosmos, Flori…

Fue entonces cuando un encapuchado irrumpió en la taberna, sacó una pistola, nos señaló con ella a nosotras dos y acabó encañonando al camarero, que estaba secando unos vasos en la barra junto a nuestra mesa.

-¡Maldita vuestra puta calavera! -balbuceó mirándonos el encapuchado-. ¿Es que no tenéis pensado iros nunca de aquí? ¿ Y es que tú no cierras nunca? ¿Eh? ¡Contesta! ¿Tú no cierras nunca?

El camarero posó la bayeta sobre la barra, pero no pudo articular palabra. Tenía la pistola demasiado cerca como para poder pensar. Flori y yo también nos quedamos petrificadas. Con suerte, si no hacíamos ni decíamos nada…

-¡Da igual! ¡Abre la caja y dame toda la recaudación de hoy!
-No te la voy a dar -respondió esta vez el camarero con aparente templanza.
-Ah, ¿no? -El atracador rio entre dientes y apretó el cañón del arma contra la sien del camarero-. Si en dos segundos no has abierto la caja, te vuelo la cabeza.
-Eso no va a ocurrir -El camarero clavó sus ojos en nuestra mesa.
-¿Cómo lo sabes, gilipollas? -El encapuchado le quitó el seguro a la pistola.
-Porque solamente en uno de cada millón de atracos se producen disparos.
-Vaya con el filósofo… ¿Y por qué no va a ser en este donde se den los disparos, hijo de puta?

Se oyó un estallido. Flori y yo lanzamos un grito de pavor. El atracador se desplomó sobre la barra. Bajo la bayeta del camarero asomó una pistola humeante.

-Porque con uno me basta, atontao -El camarero nos guiñó un ojo, gesto que Flori interpretó como una oda a la estadística; y yo, como un permiso para escribir esta historia en el blog.

martes, 22 de mayo de 2012

CARTELELES (IV)


Nuevo envío de nuestro amable colaborador El Preboste de lo Inconcino. El título de esta gran fotografía es:

BURROCRACIA



Podéis mandarnos vuestras imágenes a anonimosindocumentados@gmail.com. Para ver todas las recopiladas: www.carteleles.blogspot.com.

sábado, 19 de mayo de 2012

AL POSO DEL OTOÑO TOLEDO SOPLA (XXV)

La singular obra de Luciano Nimato continúa apareciendo entre restos de tumbas y latas de conserva. Recordad que podéis enviarnos vuestros hallazgos a anonimosindocumentados@gmail.com y ver los palíndromos rescatados hasta el momento pinchando en http://www.palindromosanonimosindocumentados.blogspot.com/.



A tu eco allí le marea la mar: era mala. ¿Era Melilla o Ceuta? (45)
¡Aire, lagarto! ¡A sobar rabos a otra galería! (34)
Allí, macuto jabonoso (no bajo tu camilla). (33)
Allí verá Rato: “Votar a Revilla”. (25)
Anís era lo mocoso, como la resina. (27)

Anulad: activaré pus no con superávit cada luna. (39)
Así lo juro: laso traga lagartos al orujo, Lisa. (37)
La maga colosal, la mala, odia coger robles a mano, la malona; mas el borrego, caído a la malla solo, caga mal. (83)
¿La musa es? ¡La foto falsea su mal! (25)
Nada: marzo refuta, romana mora, tu feroz ramadán. (39)

Nazi, vital era la ira aria. ¿La relativizan? (34)
Sal si sale don Abel a tratar tal ébano de las islas. (41)
Sara, de todo te darás. (17)
Sara: le domarás a Adán. Adán: nada, nada a Sara modelarás. (44)
Ya se va. No dará Paca ahorro: ha acaparado naves, ay... (40)

jueves, 17 de mayo de 2012

COSAS QUE PASARON AYER (XXIV)

Aquí tenemos otra de las peripecias de difícil digestión de nuestro estimado colaborador Melchor Lasiesta. Enviadnos a anonimosindocumentados@gmail.com los relatos de las cosas que os pasaron ayer, y visitad http://www.cosasquepasaronayer.blogspot.com/ para leer todas las historias.


Estaba jugueteando ayer por la mañana con mi recién adquirido portátil cuando me llamó Santi por teléfono. Mi amigo Santi es un personaje de cuidado. No posee una inteligencia descomunal, pero sí es muy rápido utilizando la que tiene: no es nada fácil pillarle en fuera de juego. A esto le añade una buena dosis de desvergüenza, lo que resulta una mezcla explosiva.

Santi estaba cabreado con la Administración en general y esa mañana quería desahogarse a su manera en las oficinas del DNI. “Voy a montar una jarana de padre y madre” fueron sus palabras. Y, como sigue el blog y sabe que me gusta tomar nota de este tipo de cosas, me llamaba por si quería acompañarle, a lo que accedí encantadísimo.

Media hora después estábamos delante de un mostrador, frente a una señora de redondez manifiestamente distribuida por igual, braquicéfala, con gafas de esas que alguna gente usa no para mirar a través sino por encima.

SANTI: Buenos días. Venía a…
BRAQUICÉFALA: Buenos días. Su cara me suena y no sé de qué.
SANTI: Bien; no es la primera vez que vengo por aquí, y se ve que soy de los que dejan huella…

Probablemente, Santi no se dio cuenta de que la señora en cuestión no aparentaba ser de las que entienden sus juegos de palabras, pero eso a Santi le da lo mismo.

BRAQUICÉFALA: En fin, ¿qué era lo que deseaba?
SANTI: Pues venía a hacerle el DNI a mi hijo.
YO: No, señora, no me mire así de soslayo, que yo no soy su hijo. Yo sólo vengo de oyente.
BRAQUICÉFALA: Qué cosas… ¿Y dónde está entonces su hijo?
SANTI: Estará a punto de llegar. Le acabo de llamar al móvil y estaba comprando piruletas en el estanco de la esquina.
BRAQUICÉFALA: Los niños de hoy en día tienen móvil antes que DNI. En mis tiempos, que no había móvil…
YO: No había ni DNI.
BRAQUICÉFALA: Usted, para venir de oyente, habla demasiado, ¿no?
SANTI: Vayamos al grano: mientras llega mi hijo, podré ir dándole sus datos para adelantar tiempo, ¿verdad?
BRAQUICÉFALA: Sí, supongo… ¿Nombre?
SANTI: Santiago.
BRAQUICÉFALA: Espere que lo anote en el ordenador. San-tia-go… ¿Primer apellido?
SANTI: Igual.
BRAQUICÉFALA: Pero buen hombre: apellidándose Santiago, ¿cómo le puso a su hijo también Santiago de nombre?
SANTI: No, señora. No se apellida Santiago. Se apellida Igual.
BRAQUICÉFALA: Pues eso, Santiago.
SANTI: Que no, que no. Que su apellido es Igual.
BRAQUICÉFALA: Pero ¿igual que qué?
SANTI: Igual que el mío, naturalmente, pues soy su padre.
BRAQUICÉFALA: ¿Y cómo se apellida usted?
SANTI: Igual.
BRAQUICÉFALA: ¿Me está tomando el pelo?
SANTI: ¿Me lo está tomando usted? Mi apellido es Igual.
BRAQUICÉFALA: ¡Igual que qué!
YO: Igual que el del abuelo, supongo… Y no me mire así, que se le van a acabar de caer las gafas.
BRAQUICÉFALA: A ver, ¿por qué no empezamos desde el principio? Su hijo se llama Santiago, ¿verdad?
SANTI: Sí, Santiago, como yo.
BRAQUICÉFALA: Me da lo mismo cómo se llame usted, aunque su rostro me sigue siendo conocido… Bien; el primer apellido de su hijo también es Santiago, ¿verdad?
SANTI: No, es Igual. I-G-U-A-L. Cinco letras. Igual.
BRAQUICÉFALA: Vale, ya lo he entendido, perdone la confusión.
SANTI: Es igual.
BRAQUICÉFALA: Ya, ya lo he anotado, no hace falta que lo repita.
SANTI: No, si…
BRAQUICÉFALA: No perdamos tiempo. ¿Segundo apellido de su hijo?
SANTI: Igual.
BRAQUICÉFALA: Qué casualidad. Lo anoto. I-gual…
SANTI: No, no… Digo que es igual que su nombre.

De la cabeza de la señora empezó a salir humo en espiral, conforme a su redondez, y Santi -que hasta ese momento había conseguido mantener una sorprendente seriedad- empezó a no poder contener la risa.

SANTI: ¡Señora, que le estoy tomando el pelo! ¡Jajaja! ¡Que me estoy riendo de usted y de todos vosotros! ¡Que estoy hasta los mismísimos de la burocracia y la Administración! ¡Que no hay nadie comprando una piruleta! ¡Que no tengo ningún hijo! ¡Jajaja!

En ese momento, a la señora braquicéfala le cambió el semblante, no sé si a mejor o a peor. Agarró la pantalla de su ordenador y la giró bruscamente hacia mi amigo Santi.

BRAQUICÉFALA: ¡¿Que no tienes ningún hijo?! ¡Mira el fondo de escritorio! ¡Es clavado a ti! ¡Ahora ya sé de qué me suena tu cara, cabrón! ¡Por fin te encontré! ¡Me dejaste preñada bajo este mismo mostrador en tu última renovación!
SANTI: Carajo, ¿eras tú? A ti sí que el tiempo te ha dejado huella…
BRAQUICÉFALA: Cabrón. Me emborrachaste con tus zalamerías y tu verbo fácil, y me dejé arrastrar bajo este mismo cartel del DNI.
SANTI: ¿Y estás segura de que era yo?
BRAQUICÉFALA: Me dijiste: “DNI significa Debajo No Interrumpirán”.
YO: Jeje, ese tipo de chorradas son muy tuyas, Santi, no hay duda…
BRAQUICÉFALA Y SANTI AL UNÍSONO: ¡¿Tú no venías de oyente?!

Gustosamente di media vuelta y salí a la calle con idea de alejarme de allí con celeridad: entrometerme en asuntos familiares era mi última intención, que nunca se sabe lo que le puede salpicar a uno. Ay, Santi, Santi… “Una jarana de padre y madre”, je.

martes, 15 de mayo de 2012

BALONCESTO EN ESTADO PURO (XIX)






Segunda entrega de la serie “Canasta en cualquier sitio y coche debajo” que nuestra insistente colaboradora Mª Jugada Tanque nos envía a anonimosindocumentados@gmail.com. Instantánea tomada en Coo, Los Corrales de Buelna (Cantabria). Al igual que en la anterior fotografía que nos hizo llegar nuestra amiga, recomendamos quitar la pared de detrás si alguien se anima a saltar el coche para hacer un mate. Esperamos vuestras imágenes en nuestra dirección de correo electrónico y os animamos a ver todas las recopiladas hasta el momento en www.baloncestodelosanonimosindocumentados.blogspot.com.

miércoles, 9 de mayo de 2012

AL POSO DEL OTOÑO TOLEDO SOPLA (XXIV)

La extraña obra de Luciano Nimato se sigue rescatando poco a poco de las profundidades de los subsuelos de allá abajo. Podéis enviarnos vuestros descubrimientos a anonimosindocumentados@gmail.com y visitar http://www.palindromosanonimosindocumentados.blogspot.com/ para ver todos los palíndromos.



A mi copa, la pócima. (15)
A ruda lepra dará pátina Susanita para dar peladura. (43)
¡Al otro tallo, caracol! La tórtola. (27)
¿Allí, loca, robas ese sabor a colilla? (29)
Amado tiple siete maracas sacará. ¿Metéis el pito, dama? (44)

Ana Sada repone mi himen: operada sana. (31)
Anote la suma: su neto pi, ¡hala!, más esa mala hipotenusa, musa letona. (53)
Efímera moda cínica, ¡domaré mi fe! (27)
Nada anómalo: sanará ranas o la mona Adán. (33)
Ni ralla tinaja vana Sara a sor Ana Rosa a ras a navaja ni tallarín. (53)

O esa pedorra coja bajaba la baja bajo carro de paseo… (43)
Osa: para retratarte rara, paso. (25)
Sara, jabón al ano bajarás. (21)
Se barajó lo sano: dona sólo jarabes. (29)
Se lo ganaríais así a Irán, a goles. (27)

domingo, 6 de mayo de 2012

COSAS QUE PASARON AYER (XXIII)

Dulcinea O’Callaghan y sus diatribas morales. Contadnos las cosas que os pasaron ayer enviándonos vuestros relatos a anonimosindocumentados@gmail.com. Para leer todas las historias, basta con pinchar en http://www.cosasquepasaronayer.blogspot.com/.



No dejo de pensar en ello desde entonces.

Ayer me levanté y, con gran fuerza de voluntad, conseguí no mirarme en el espejo del baño. Muy animada por ello, salí a comprar algo especial con lo que poder desayunar después en casa. Hay una panadería con cosas muy ricas al otro lado del gran parque de mi ciudad. La mañana soleada invitaba al paseo y crucé los jardines por su avenida principal, la que hay junto al río. Me detuve un segundo en mitad del camino para asegurarme de que llevaba suelto dinero suficiente y se me cayó al suelo una moneda de dos euros. Sin darme tiempo a agacharme, un señor de espesa barba ya la había recogido. Se me acercó con una sonrisa cansada y, sin decir palabra, me devolvió la moneda. “Muchas gracias, señor”. No sé si me llegó a escuchar porque siguió su camino delante de mí junto a la barandilla que delimitaba el río. Yo volví a reanudar la marcha y, mientras guardaba en el bolsillo la moneda rebelde, observé que el señor de la barba se había sentado al pie de la barandilla, había extendido un pañuelo delante y dedicaba su sonrisa cansada a cada paseante que cruzaba el parque con indiferencia.

Sin darme cuenta, yo misma ya había dejado atrás en mi camino al señor de la espesa barba. En mi interior, dos fuerzas empezaron a luchar: una le pedía a mis piernas seguir adelante hacia la panadería de las cosas ricas; la otra le pedía a mi cabeza dar marcha atrás. Ganó esta última.

Allí seguía el hombre de la sonrisa cansada. Saqué de mi bolsillo la moneda cuyo destino parecía ser el suelo y la deposité con suavidad sobre el pañuelo. El señor levantó la vista y asintió con la cabeza. Cogió la moneda y, sin más miramientos, la lanzó con fuerza al aire hacia atrás. Hacia el río.

La ira que me entró es difícilmente descriptible. “Ojalá un tsunami te lleve junto a la moneda al fondo del lecho marino”, dije hacia mis adentros mientras me alejaba de allí para no hacer algo de lo que después me pudiera arrepentir.

Por suerte, tenía más dinero en el bolsillo y pude comprarme en la panadería un rosco de esos parecidos a los de Reyes. Tenía tan buena pinta que, según salí de la tienda, partí un buen pedazo con la mano. Algo envuelto en un plástico asomó entre la miga del rosco. Lo saqué y lo abrí. Había dos cosas: un billete de 50 euros y una nota. Fui a besar el billete, pero no lo hice, no fuera a suceder lo de la otra vez. “Que lo bese mi bolsillo”. Y la nota escrita a mano decía:

“Espero que mi deseo se haya cumplido, y ojalá que, si tú has formulado uno mientras yo lanzaba la moneda, también lo haya hecho”.

Me lancé a la carrera llevada por los demonios hacia el parque. Ya no estaba el señor de espesa barba y sonrisa cansada. En su lugar, un enorme charco y una barandilla rota.

No dejo de pensar en ello desde entonces.

miércoles, 2 de mayo de 2012

CARTELELES (III)

Nuestro amigo El Preboste de lo Inconcino nos deleita con una nueva fotografía, que lleva por título:

PROHIBIDO PEDIR AUXILIO SI TE AHOGAS






Podéis remitirnos vuestras imágenes a anonimosindocumentados@gmail.com y ver todas las recopiladas hasta ahora en www.carteleles.blogspot.com.