sábado, 7 de julio de 2012

COSAS QUE PASARON AYER (XXX)

Peligro: nuestro buen amigo Melchor Lasiesta volvió ayer al Careful. Y esta vez, acompañado. Ya sabéis que podéis contarnos, a través de nuestra dirección de correo electrónico (anonimosindocumentados@gmail.com), lo que os haya ocurrido ayer. Además, podéis pinchar en http://www.cosasquepasaronayer.blogspot.com/ para leer todas las historias.



Espero que mi amigo Santi, cada vez que tenga que ir al solarium o cosas similares, no coja por costumbre endiñarme a su hijo Paquito. Por ayer se lo paso, porque al final hasta me lo pasé bien, pero creo que está claro que Santi debe planificar sus bronceados delanteros y traseros para los días en que no le toca hijo.

De modo que en el Careful estuvimos Paquito y yo pasando la tarde, y lo aproveché para comprar algunas cosillas sueltas que me habían quedado pendientes.

PAQUITO: ¿Por qué este chocolate con leche Desechard, de 150 gramos, cuesta 1€; y este mismo chocolate con leche Desechard, de 300 gramos, anunciado como FORMATO AHORRO, cuesta 2’25€?

Ya empezaba el chiquillo con las preguntas. Este va para inspector de hacienda de pobres. Pero el caso es que tenía toda la razón.

YO: Ahí les has dado, Paquito. Cuando pasemos por caja, se lo preguntas a la cajera y anotas la respuesta en el cuadernillo que seguro que has traído en tu mochilita, ¿verdad?
PAQUITO: Por supuesto.

Total, que tras meter en el carrito las cuatro viandas mal contadas que necesitaba, fuimos a la caja de MÁXIMO 10 ARTÍCULOS, mal llamada CAJA RÁPIDA porque suele ser más lenta, aunque esta vez no había nadie en ella más que la cajera, una gorda fractal, pues cada uno de sus cúmulos de grasa desarrollaba subcúmulos sebosos hasta lo infinito. Mientras yo dejaba la compra en la cinta, Paquito le hizo a la cajera la pregunta del chocolate Desechard.

CAJERA FRACTAL: A ver, niño: ¿dices que 150 gramos cuestan 1€ y 300 gramos cuestan 2’25€?
PAQUITO: No es que lo diga yo; lo dicen las etiquetas que marcan el precio.
CAJERA FRACTAL: Bien, ¿y cuál es tu duda entonces?
PAQUITO: Mi duda es la siguiente: ¿por qué el de 300 gramos está marcado como FORMATO AHORRO si sale más caro?
CAJERA FRACTAL: Pues porque tiene más cantidad.

Yo, que hasta entonces no había abierto la boca y me limitaba a escuchar, juro solemnemente que me esperaba esa respuesta de la cajera, y que me caiga un rayo fractal si miento. Pero no me hizo falta llegar a decir nada porque Paquito se las arregló por sí mismo.

PAQUITO: Voy a hacerle una pregunta, quizá un tanto complicada: si una tableta de 150 gramos cuesta 1€, ¿cuánto cuestan dos tabletas de 150 gramos?
CAJERA FRACTAL: A ver que coja la calculadora…: 2€.
PAQUITO: ¿Y dos tabletas de 150 gramos no son 300 gramos?
CAJERA FRACTAL: Pues claro, a ver si te vas a creer que soy bob…
PAQUITO: Por lo que la tableta FORMATO AHORRO de 300 gramos, que cuesta 2’25€, sale más cara que si compras esos 300 gramos en dos tabletas de 150 gramos cada una. Retomo la pregunta original: ¿por qué se llama entonces FORMATO AHORRO?

En ese momento ya se había formado una ligera cola detrás de nosotros. Sus bufidos iniciales de impaciencia se transformaron en un halo de admiración ante el razonamiento de Paquito, que -aunque suene mal decirlo- podría haber sido el mío propio.

CAJERA FRACTAL: Pues yo qué sé, niño. Se referirá a que, si para el cliente sale más caro, supone un ahorro para el hipermercado o para el fabricante.
YO: Pero creo que se sobreentiende que el ahorro debe ser para el cliente.
CAJERA FRACTAL: Bueno, en realidad, ¿eso dónde lo pone?

Y va Paquito y saca un diccionario de la mochilita. De la creciente cola salió un “¡hala!”, probablemente porque era la primera vez que veían uno.

PAQUITO: Ahorro: acción de ahorrar. Es decir, acción de evitar un gasto o consumo mayor.
CAJERA FRACTAL: ¿Veis? No dice nada de “para el cliente”, así que puede ser, en este caso, ahorro para el Careful o para los chocolates Desechard.
PAQUITO: Me temo que tiene razón, Melchor.
YO: Puaf… Esto es para mear y no echar gota.
CAJERA FRACTAL: Si hubiera un solo detalle en la definición que os resultara favorable, sin duda se podría aplicar. Pero no lo hay, ¿verdad, niño?
PAQUITO: Mmmm… Pues no.

Derrotados por un diccionario y una cajera henchida, lo que resultaba grasientamente desagradable. La sola idea de meterle la última edición ampliada por su lubricado esfínter me resultaba vomitivo en extremo. Para colmo, la gente de la cola empezaba a empujar tanto de palabra como de obra. Dando la discusión por zanjada, la cajera fractal comenzó escanear los productos que yo había dejado en la cinta, hasta que, en un momento dado, y llevada seguramente por una eufórica seguridad en sí misma, detuvo la cinta y nos espetó:

CAJERA FRACTAL: ¡Alto ahí! ¡Aquí hay más de 10 artículos! ¡Tenéis que ir a otra caja, tramposos!
YO: La gente está esperando impaciente, mujer fractal. Vas a tardar más en anular lo que has escaneado que en pasar lo poco que queda. Además, no estoy yo tan seguro de que haya más de 10 artículos.
CAJERA FRACTAL: El queso. El chorizo. El zumo. La lata de sardinas. La lata de mejillones. El papel higiénico. La sandía. La mantequilla. La mermelada. La pasta de dientes. Y el insecticida. Total: 11 artículos.

Yo ya estaba recogiendo todo el material para cambiarme de caja bajo los abucheos de la masa social, cuando Paquito, diccionario en mano, pasó a la acción:

PAQUITO: Perdone, mujer fractal, pero creo que tenemos menos de 10 artículos. De hecho, no tenemos ninguno.

Un nuevo “ooohhhhh” se dejó escuchar entre la muchedumbre, como si hubiera hablado David Copperfield.

CAJERA FRACTAL: ¿Qué dices, niño beodo?
PAQUITO: Que no tenemos ningún artículo en nuestra compra. Fíjese: Queso. Chorizo. Zumo. Lata de sardinas. Lata de mejillones. Papel higiénico. Sandía. Mantequilla. Mermelada. Pasta de dientes. E insecticida. Total: 0 artículos.
CAJERA FRACTAL: ¿Eh?
PAQUITO: Simplemente he tomado la definición de “artículo” que nos resulta favorable según el diccionario. Hala, ya puede usted escanear lo que le queda, que tampoco es tanto…

Hubo división de opiniones entre el respetable, pero el caso es que la cajera fractal no dijo ni mu, y un minuto después ya estábamos dejando la compra en el coche. Al final, me va a caer bien el mocoso este…

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