miércoles, 22 de agosto de 2012

COSAS QUE PASARON AYER (XXXV)

Típica conversación entre nuestra ínclita colaboradora Dulcinea O’Callaghan y su ya conocidísima amiga Flori. Recordad que podéis contarnos lo que has os sucedido ayer por medio de nuestro correo electrónico (anonimosindocumentados@gmail.com) y leer todas las historias en www.cosasquepasaronayer.blogspot.com.



-Citius Altius Fortius -dijo de repente mi amiga Flori al tiempo que lo escribía en una servilleta del bar mientras tomábamos un refrigerio ayer por la tarde-. ¿Sabes lo que significa, Dulcinea?
-¿Es el nuevo nombre del Bundesbank?
-¡Pues claro que no!
-Entonces ni idea.
-Quiere decir “más rápido, más alto, más fuerte”, y es el lema de las Olimpiadas. ¿No has seguido los Juegos Olímpicos?
-Para nada; ya sabes que a mí los deportes…
-Pero algo habrás tenido que ver: los echaban hasta en la sopa. Aún los están repitiendo. ¿No ves nada Peleleporte? ¿Ni Telequinqui? ¿Ni Laguno?
-¡Ay, qué pesada, Flori! A ver, ¿para qué has escrito eso en la servilleta?
-Porque, según mi criterio, muchos de los considerados “deportes” ni siquiera lo son.
-¿Por ejemplo?
-¿Es la hípica un deporte?
-Sí, para el caballo.
-Ahí quiero llegar, Dulcinea. El caballo salta para llegar más alto y no tirar el palitroque, y corre para llegar cuanto antes a la meta. Eso es el deporte. Pero el jinete simplemente conduce al caballo, y en actitud chulesca, ridícula y un tanto amariconada, incluso cuando son mujeres. Siempre desde mi punto de vista, por supuesto.
-Es curioso, sí.
-¿Y la esgrima? ¿Qué deporte es ese en el que tienes que pinchar a tu semejante? ¿Cuál es la naturaleza lúdica de un ensartamiento fibrilar?
-Bueno, pero las espadas son de mentira, ¿no?
-Faltaría más. Imagínate, si no, parando el combate cada dos por tres por riesgo de lesión…
-Qué apunte más acertado, Flori.
-Y es un deporte olímpico simplemente por tradición, porque esa era la forma de luchar hace no sé cuántos años. Por la misma razón, dentro de un siglo será deporte olímpico la invasión con gas mostaza.
-A saber. Pero, volviendo a lo de la hípica, para montar a caballo hay que estar en forma, ¿no?
-Sí, sobre todo tu libreta de ahorros. Por cada salto que da el caballo, tu libreta salta de igual modo una hoja… -Flori dio un sorbito a su bebida como suele hacer cuando reflexiona-. Ese argumento de “estar en forma” no me vale. También un cirujano llegará menos cansado al final de una operación si está en forma. Uno puede estar o no estar en forma al margen de la actividad que realice.
-En eso puede que tengas razón, Flori.
-Pues claro. También hay que estar en forma para conducir una moto, ¿y vas a decirme ahora que llevar una moto es deporte?
-¿Las carreras de motos no son deporte, Flori?
-¡Anda, pues claro que no! Un atleta se desplaza con sus músculos, mientras que una moto utiliza un carburante, un motor, una combustión, un émbolo… ¡Un émbolo, Dulcinea! ¡Dime qué tiene de romanticismo deportivo el movimiento de un émbolo!
-Pues…
-No has de confundir deporte con competición. Ambos conceptos pueden darse por separado, o pueden darse a la vez o puede no darse ninguno. Son independientes.
-Explícate.
-Las carreras de motos no son deporte, pero sí competición. De otro lado, la gente que sale a correr por el parque por la mañana hace deporte sin que haya competición de por medio. También pueden darse las dos circunstancias, que es lo que ocurre en la mayoría de los deportes que dan por la tele, en los que simultáneamente hay tanto competición como deporte en sí mismo. Y, por último, hay actividades que no son ni una cosa ni la otra.
-Y eso, ¿cómo es posible?
-Si yo ahora me bebo este zumo, gluglú, eso no es deporte ni competición, ¿estamos?
-No del todo, Flori. Para empezar, en las carreras de motos está presente el Citius, pues hay que ser más rápido que los rivales para llegar antes a la meta. Después, la gente que corre por el parque puede competir contra ella misma (corriendo cada vez mayores distancias, por ejemplo, o la misma distancia en menor tiempo) o incluso contra su colesterol. Y, por último, para beber tu zumo tienes que levantar el vaso, que ha de estar necesariamente lleno porque, si no, no beberías nada.
-¿Y?
-Y, al estar lleno, has de ejercer una fuerza muscular mayor cuanto más lleno esté el vaso o cuantas más repeticiones hagas. ¿Por qué no ha de ser considerada deporte esa fuerza muscular del brazo y sí la de levantar pesas? ¡Hay bebidas que pueden resultar realmente pesadas!
-Ya, claro, y respirar también es un deporte, ¿no?
-A lo mejor sí. ¿Se puede respirar más rápido, más alto, más fuerte?
-Sí, mi vecino por las noches, el joputa.
-Al final, quizá todo en esta vida pueda ser considerado deporte o competición, Flori.
-No, no puedo admitir esa idea.
-Quizá eso que has escrito en la servilleta, Citius Altius Fortius, es un lema vital más que olímpico.
-Pues yo creo que no, que ese lema no abarca todo, que le falta algo…

En estas entró cierto individuo en el bar seguido y jaleado por un grupo de acólitos, hermanos todos en su embriaguez. Vociferaron durante unos segundos en el umbral de la puerta y dieron varias vueltas sin más sentido que el de las agujas del reloj. Se fueron, dejándonos solamente el recuerdo de su presencia y su aliento (no el recuerdo de su aliento, sino su aliento).

-Ya lo tengo -Flori volvió a coger el bolígrafo y la servilleta después de un último sorbito al zumo-. Ahora ese lema sí lo abarca todo.

Citius Altius Fortius Ineptius.

No hay comentarios:

Publicar un comentario