miércoles, 27 de marzo de 2013

COSAS QUE PASARON AYER (LIII)



La oficina de Dulcinea O’Callaghan vuelve a ser el escenario de una de sus historias. Vosotros también podéis contarnos lo que os haya sucedido ayer (anonimosindocumentados@gmail.com). En www.cosasquepasaronayer.blogspot.com encontraréis todos los relatos recibidos hasta el momento.



Voy a ser breve: cualquier adorno gratuito de la conversación que mantuvimos ayer en la oficina solo serviría para empañar la esencia del asunto.

-Dulcinea, tú estabas en el sindicato, ¿verdad? -me preguntó la tonta del bote mientras ensobrábamos unos documentos ante la atenta supervisión de la rubia de bote.
-Bueno, ya hace más de medio año que lo dejé, no sé si recuerdas.
-Da igual; seguro que puedes resolverme una duda.
-A ver.
-Van a operar a mi hermana de… (Aquí la tonta del bote se pasó cinco minutos describiéndonos el historial médico de la paciente, incluyendo vida laboral y anecdotario paralelo, pero he dicho que iba a ser breve y lo pasaré por alto) …de una cosa rara. ¿Me corresponden días de permiso, Dulcinea?
-Según el último convenio que conozco, que supongo que no haya cambiado, te corresponderían dos días siempre que justifiques que ha habido hospitalización.
-¿Solo dos días? Es que la operan a doscientos kilómetros de aquí. ¡Se me van los dos días en el viaje!
-¿Vas a ir andando o qué? En cualquier caso, si la operación se realiza fuera de la provincia, te corresponde un día más.

La tonta del bote permaneció en silencio durante unos instantes, supongo que para calcular. Después volvió al ataque:

-¿Y si operan a mi hijo? ¿Cuántos días tengo?
-Cinco.
-¿Y si es fuera de la provincia?
-Un día más.
-¿Y si operan a mi suegra?
-También cinco.
-¿Y si es fuera de la provincia?
-También un día más.
-¿Y si se muere mi suegra?
-Cinco días igualmente.
-¿Y…?
-Un día más.
-¿Y si me muero yo? ¿Cuántos días me corresponden?

Me lo preguntó. Que sí, que me lo preguntó. Y respondí:

-Según la gravedad del asunto.

No se me ocurrió otra cosa, pero sí a la rubia de bote, que había estado escuchando atentamente toda la conversación, y añadió:

-Y un día más si te mueres fuera de la provincia.

Aquí podríamos abrir un debate sobre si hizo este apunte totalmente en serio o en modo irónico, pero insisto en la conveniente brevedad de este relato, y cada uno que piense lo que quiera.

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