jueves, 5 de enero de 2012

COSAS QUE PASARON AYER (X)


El incondicional Melchor Lasiesta huye de los derroteros metafísicos que estaba tomando nuestra sección y continúa narrando la singularidad de su día a día, que no es poco. Amigos lectores, podéis contarnos las cosas que os sucedieron ayer a través de anonimosindocumentados@gmail.com y leer todas las historias en www.cosasquepasaronayer.blogspot.com.



Por fin, ayer pude ir a cobrar el cheque después de varios días muy ocupado en pormenores que no vienen al caso. Y tuve que ir a hacerlo a una sucursal bancaria en concreto, quizá alguna vez os haya ocurrido también a vosotros, como si en las demás sucursales no tuvieran dinero. Coincidió además que era una oficina con ventanilla única y que llegamos a la vez, a la puerta de entrada, un chico espabilado y yo. El chico espabilado pasó primero y yo me situé sobre la cinta de “espere su turno”, lo que desafortunadamente me permitió ser testigo y partícipe de lo que allí sucedió.

CHICO ESPABILADO: Buenos días. Quería sacar 6.000€.
CAJERA: Buenos días. ¿Había reservado ya esa cantidad para poder sacarla hoy?
CHICO ESPABILADO: Claro que no. ¿Por qué iba a haberlo hecho?
CAJERA: Porque no se pueden retirar más de 3.000€ si no se informa con una anterioridad de, al menos, un día de que se quiere retirar una cantidad mayor.
CHICO ESPABILADO: Ya… ¿Me está diciendo usted que esta oficina no dispone en este momento de la desorbitante cantidad de 6.000€, que por otra parte son míos?
CAJERA: Lo que le estoy diciendo es que no puede retirar más de 3.000€ de golpe si no ha informado con una anterioridad de…
CHICO ESPABILADO: Vale, vale… No tengo ganas de discutir. Quiero sacar 3.000€, por favor.

El chico espabilado le facilitó la libreta de ahorro, el DNI, firmó un papelito y finalmente recogió los billetes que la cajera le dio. Acto seguido, mientras los contaba, se situó justamente detrás de mí. Algo me dijo que allí iba a haber espectáculo, y yo no me lo quería perder, de manera que improvisé una operación no programada para poder dejar para después el cobro del cheque. Avancé resuelto hacia la ventanilla única.

YO: Buenos días. Quería sacar 50€.
CAJERA: Buenos días. Para retirada en efectivo de cantidades de hasta 100€ utilice el cajero automático, gracias.
YO: Vamos a ver; si no se pueden retirar ni 6.000€ porque es mucho ni 50€ porque es poco, ¿esto qué es: un banco o la fiesta de la morcilla y el vino de la asunción?
CHICO ESPABILADO: Ahí, ahí…
CAJERA: Esto es un banco en el que, para sacar 50€ hay que utilizar el cajero automático, y para sacar 6.000€ hay que…

La jodida cajera parecía un robot. Estuve a punto de decirle que ya estaba yo frente a un cajero automático.

YO: De acuerdo, de acuerdo. ¿Valen 100€ o tienen que ser más de 100€?

La cajera consultó unos documentos que tenía junto al ordenador y compartió conmigo la información: valían 100€. Así pues, le facilité la libreta de ahorro, el DNI, firmé un papelito y finalmente recogí los dos billetes de 50€ que me dio y que no necesité contar porque los cogí uno con cada mano. Retrocedí un par de pasos y me situé nuevamente en la unimémbrica cola formada por el chico espabilado. Le deseé suerte mientras este avanzó resuelto hacia la ventanilla única.

CHICO ESPABILADO: Buenos días. Quería sacar 3.000€.
CAJERA: Buenos días. Me temo que es usted el mismo chico de antes.
CHICO ESPABILADO: ¿Y?
CAJERA: Que, si le entrego otros 3.000€, harán un total de 6.000€.
CHICO ESPABILADO: Muy bien, sabe sumar. ¿Y?

La cajera dudó unos instantes y consultó otra vez los documentos que tenía junto al ordenador. Tras unos segundos de mirada perdida, como cuando un ordenador se resetea, fijó su vista nuevamente al frente.

CAJERA: No se pueden retirar más de 3.000€ si no se informa con una anterioridad de, al menos, un día de que se quiere retirar una cantidad mayor.
CHICO ESPABILADO: Ya, pero yo no quiero retirar más de 3.000€. Yo quiero retirar 3.000€, por favor.
CAJERA: Si le entrego otros 3.000€, harán un total de 6.000€.
CHICO ESPABILADO: O sea; si ahora viene un fulano cualquiera a retirar 3.000€, no hay problema. ¿Qué más da entonces si yo soy el de antes o si soy un fulano cualquiera? 3.000€ son 3.000€ en cualquier caso, ¿o no?
CAJERA: Pero usted es el mismo de antes.

Yo, que me había mantenido expectante hasta ese momento, vi la oportunidad de meter baza, sin saber muy bien si iba a contribuir a deshacer el nudo argumental o al contrario.

YO: Si me permite, señorita, creo que ahí se equivoca usted. Como dijo Heráclito, ningún hombre puede bañarse dos veces en el mismo río, porque la segunda vez ni es el mismo río ni es el mismo hombre.

El chico espabilado me sonrió abiertamente y, sin perder la cara de felicidad, se dirigió de nuevo a la cajera.

CHICO ESPABILADO: Hala, ya ve usted que no soy el mismo de antes. ¿Puede darme de una vez 3.000€?
CAJERA: Mmmmm… Por supuesto.

El chico espabilado le facilitó la libreta de ahorro, el DNI, firmó un papelito y finalmente recogió los billetes que la cajera le dio. Se echó a un lado y se puso a contar el dinero. Mira por dónde, había conseguido yo matar dos pájaros de un tiro: resolver el atasco cognitivo que se había planteado delante de mí y poder cobrar de una vez el cheque de la guardia civil de tráfico.

YO: Buenos días. Quería cobrar este cheque.
CAJERA: Buenos días. Muy bien, señor. ¿Podría ver su DNI?
YO: Cómo no. Aquí tiene.

El chico espabilado acabó de contar los billetes, se dirigió a la puerta de salida y dijo aún con la sonrisa en la cara:

CHICO ESPABILADO: Señorita, fíjese que le ha entregado el mismo DNI de antes y, puesto que este hombre tampoco es ahora la misma persona, se deduce que ese DNI ya no es el suyo.

Y salió por piernas.

CAJERA: Cierto es. Me temo, señor, que no puede usted cobrar el cheque.

El mundo está lleno de chicos espabilados.

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